Carlos sujeta fuertemente algo en su mano derecha. Lágrimas de pérdida recorren velozmente su desgarrado rostro. Se encuentra en la azotea de un gran edificio. Y salta. Por fin, se despierta del coma.
Martes
Un tubo de ventilación atraviesa sus vías respiratorias para llevarle oxígeno a sus pulmones. Rápidamente un equipo de médicos y enfermeras tratan de quitárselo. Está vivo. Pero no siente nada. Y lo peor está por venir…
Miércoles
No recuerda nada. Apenas su nombre: Carlos. Dirige la vista hacia su cuerpo para auto explorarse, y observa que está completamente vendado. Su angustia es como veneno en sangre. Y la enfermera procede a explicarle.
Jueves
Carlos y su novio se toparon con un grupo neonazi a la salida del restaurante al que fueron a cenar, y se enzarzaron en una pelea. Carlos cayó en coma. Su pareja falleció al instante. Ahora recuerda. Aún débil, coge una foto de los dos de su cartera, la contiene enérgicamente en su mano derecha y con su alma amoratada, sube a la azotea y salta.
Víctor
Está muy bien escrito. Las descripciones y las metáforas buenísimas. Expresas muy bien cómo se siente el protagonista. No me extraña que este relato fuera un "best seller" entre los compañeros del curso cuando lo leíste allí por primera vez: todos te qurían comprar el libro, ¡eh!
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