miércoles, 2 de febrero de 2011

Mermelada de dátiles

El sol derramaba su luz en el Valle Oriental de aquella antigua tierra, creando destellos de plata sobre el río más grande de África.
Me desperté con la primera oración de la mañana.
En esa transición entre vigilia y sueño me dejé envolver por la sensación de las exquisitas sabanas de lino real en mi piel.
-Despierte mi Nefertiti-, dijo la voz cálida y aterciopelada.
Abrí los ojos lentamente y el negro brillante de sus pupilas detuvo el tiempo.
Se irguió con una armonía natural. Su cuerpo puro equilibrio de belleza y fuerza.
Y denuevo el olor...el aroma que ya formaba parte de mí.
Enredada en él saboreé mi último desayuno. Entre menta y dátiles volví a quedarme dormida.

Maribel Arias

4 comentarios:

  1. Mmmmmm....que rico!!!
    Te propongo que hagas un relato más largo sobre este texto, da para ello!!!!

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  2. Ok, Susi...la verdad esque puedo crear muchas cosas de esta historia. ¿Que te parece esta idea?: supongamos que esta chica viaja por el mundo, descubre la gastronía de cada lugar y más allá descubre razas diferentes, humanos que en la intimidad son distintos...es decir mezclar sabores reales con sabores humanos..crear paralelismos: alimentacion, sexualidad, sensualidad = recetas de felicidad. Es guay no????? Espero tus ideas, podriamos prepararlas juntas...
    Besos "mi susi"

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  3. Jo també estic d'acord amb la Susi... aquest relat dóna per fer una gran història. Ja ho vaig dir al Taller, però a mi la "voz aterciopelada" em fa posar la pell de gallina. M'imagino un xiuxueig suau d'algú a cau d'orella...mmmm

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  4. ¡¡¡Cuando sea mayor, quiero escribir así!!! (¡y eso que quizá te doblo la edad). espero con ansia las siguientes partes...¡qué temática y maneras más originales, muchacha!

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