UN GOLPE DE CASUALIDAD
Sucedió de repente, una fuerte sacudida la lanzó contra el asiento delantero pero, por suerte paró el golpe con el bolso. Los pasajeros gritaban preguntando qué había pasado. Algunos se levantaron a mirar por las ventanas. El conductor intentó calmarles, fue a ver cuáles eran los desperfectos y al final pidió que bajaran del autobús y esperaran al siguiente mientras llamaba a la central.
La anciana a la que el bolso había parado parte del impacto, todavía estaba asustada.
La chica que se sentaba a su lado le dijo:” No se preocupe, respire hondo y verá como en seguida se le pasa”
“Gracias, hija .Por cierto, me llamo Eugenia”
“¡Qué casualidad! Yo también, aunque me llaman Keña.
Ambas se miraron y sonrieron cómplices en esta pequeña aventura.
Como ordenaba el conducto, bajaron a la calle y a la luz de las farolas se dieron cuenta de que estaban a un paso de su parada. Hacía mucho frío y casi a la vez, las dos sugirieron ir a tomar un chocolate caliente. El agradable calor de la cafetería las reanimó en seguida, era cerca de Navidad y la sala estaba decorada con guirnaldas y luces de colores. La joven dijo que le encantaban estas fiestas, reunirse con los amigos, los regalos, las risas. La anciana, le habló de la alegría e ilusión que los niños siempre contagian a los mayores.
Estaban tan a gusto hablando que no vieron a un joven alto con una parka azul que se había detenido frente a su mesa y las miraba sonriendo.
Y de nuevo, sucedió algo inesperado.
¡Abuela, qué sorpresa!
La anciana, le reconoció.”¡Pablo, niño!“
Y no dijo más....Su nieto y la joven se quedaron mudos mirándose fijamente, ajenos a todo lo que sucedía a su alrededor, embargados en una emoción común, aún sin nombre, cálida, luminosa, compartida.
Eugenia, sonrió con una dulzura nueva y se reclinó hacia atrás, contemplando una historia que tal vez, comienza.
Mercedes Aguilera
Relato de Pilar V.Padial
ResponderEliminarTiene mucha fuerza, has hecho un excelente ejercicio de síntesis.
Sólo veo algunas incongruencias de lenguaje: la niña pequeña habla con palabras que no son de niña pequeña y esto, chirría. Como adultos que somos, lo entendemos muy bien, pero como lenguaje creíble, no "cuela".
Los diálogos siempre son muy díficiles para que tengan calidad literaria. Hay que trabajarlos muchísimo. Prueba a hacer una o más versiones del relato y elabora más los diálogos. Verás como haciendo esto, aprendes mucho y mucho.
También es importante aprender a desprenderse de lo que uno ha escrito, hacer versiones sin miedo a perder "ese-no-sé-qué" que me enamora de esto que escribí.
Hay un dicho catalán que dice "fent i desfent, aprent l'aprenent", que creo ya he mencionado. Pero es importante recordarlo para atrevernos a mejorar y/o explorar aspectos de nuestros escritos, territorios desconocidos, perspectivas diferentes.
Un escritor, además, ha de ser Osado, Audaz...
Deléitanos con las versiones, Pilar, aprender juntos es mejor que aprender separados.
Ptons!!
Susi
EL SECRETO CLUB DE LOS OBSERVADORES
ResponderEliminarBuen relato. Le veo sólo que cuando hablas de los códigos encriptados sugieres un tipo de cosa, que al abrirse la historia, se cae por flojo (el argumento). Para que fuera coherente, podrías poner ejemplos del desciframiento, sin mencionarlo. Por ejemplo:cuando en el balcón de delante, aparece un tiesto nuevo, a los pocos días los balcones de la zona exhiben todos los colores de las nuevas plantas...o algo parecido.
Prueba alguna otra versión y la compartes.
Felicidades y sigue escribiendo !!!