Los escritores noveles tienen muchas dificultades para superar.
Hoy quiero comentar sobre dos de estas dificultades: el espacio y el tiempo.
Comenzaré por el tiempo.
Lo más usual es decirnos "no tengo tiempo para escribir", "me gustaría escribir pero no tengo tiempo", "si tuviera más tiempo, podría escribir".
Evidentemente, si nos decimos esto, nunca podremos escribir.
Así pues, el primer espacio que hemos de liberar está en nuestra mente. Aquí hemos de crear la posibilidad de escribir. ¿Cómo se hace? Pues...diciéndolo. Este es un truco psicológico, nuestra mente sigue lo que decimos y muchas veces, nosotros seguimos lo que dice la mente (esto es lo peor ya que no estamos decidiendo lo que deseamos, sino lo que pensamos).
Así hemos de decirnos: "si quiero, encuentro el tiempo", "tengo tiempo de escribir", "quiero escribir y escribo", "me encanta escribir y escribo todas las semanas"...
No es magia, es cómo funciona el cerebro.
El cerebro funciona focalizado, esto es, allí dónde ponemos nuestra atención, ahí está nuestra mente.
Si la ponemos en "no tengo tiempo", realmente no tendremos tiempo.
Pero si la ponemos en "tengo tiempo", seremos capaces de crear ese tiempo para escribir, aunque pareciera imposible.
Os invito a que lo probéis.
No estoy diciendo que os dediquéis full time (todo el tiempo) a escribir, sino que consigáis tener un tiempo semanal o quincenal, para escribir. En escribir como en tantas otras cosas, la perseverancia es el único camino que nos conduce dónde queremos llegar.
Hacedlo y contad aquí los resultados.
El otro elemento del que quiero hablar hoy es el espacio físico.
¿Se os ocurre poneros a cocinar en dormitorio? ¿O ducharos en el salón? ¿O dormir en el baño? Y ¿por qué no se os ocurre? Porque el espacio físico lo asociamos con ciertas acciones y sólo entrar en ese espacio las empezamos a hacer. Esto explica, por ejemplo, porqué "picamos" cosas de comer cuando entramos en la cocina.
Para escribir tenéis que crear un espacio físico que os incite a escribir.
Puede ser un rinconcito de vuestra casa, donde os sentéis con vuestra libreta de escribir y os pongáis a escribir. Si esto lo hacéis durante un tiempo (aunque sean sólo diez minutos), cada vez que veáis el rincón os entrarán ganas de escribir.
Si es en el ordenador, y lo compartís, un cajón, una superficíe de 30 cms cuadrados es suficiente para tener vuestras cosas de escribir y poneros a ello.
Os invito de nuevo a que lo probéis y que nos contéis los resultados.
Hasta prontito
Susi
¡ Gracias , Profe ! Nos has leído la mente, los novatos a veces sentimos un "miedo escénico". Tomo nota, la acción siempre mata al miedo.
ResponderEliminarSaludos a todos amiguit@s
¡Y tú que lo digas!; ¡hola Mercedes! espero con ansia algún escrito tuyo!
ResponderEliminar