sábado, 30 de abril de 2011

EN CASA DE LA ABUELITA

La joven empujó la puerta y entró.

En la habitación, al lado de la chimenea estaba la anciana, que la escrutó con la mirada. -Algo ha cambiado- pensó y arrugó la nariz

-¡Hola, abuela!-

-¡Hola, Caperu….¡- Pero la joven la interrumpió- ¡ Ahora me llamo señora de Feroz!-

La abuelita puso los ojos en blanco y cayó al suelo como un pesado saco de piedras.

La joven se quitó la caperuza roja y la arrojó al fuego que ardía en la chimenea

En el bosque resonó un grito de alegría. -¡Libreeeee¡-

Y, de un salto  alcanzó  la puerta donde  la esperaba su amor.


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